No sabemos lidiar con la frustración. #46
Últimamente he pensado mucho sobre el hecho de que a la gran mayoría de las personas no se nos da bien lidiar con la frustración, y poco se habla de algo tan importante para nuestro crecimiento personal a lo largo de toda nuestra vida.
Ganas y motivaciones pueden existir a la hora de querer realizar algo. Todos estamos de acuerdo en que tenemos la motivación; nos idealizamos en un futuro idílico en donde todo saldrá perfecto hasta que, en ese proceso, las cosas no salen tal cual como pensamos. Muchas veces nos motivamos por el resultado de otras personas, queremos llegar a ese mismo final, y eso nos motiva a comenzar. Sin embargo, no observamos el gran trabajo de persistencia que conlleva obtener ese resultado.
La frustración llega como parte de tu proceso, pero cuando no eres consciente de ello, te toma por sorpresa. Las cosas que realmente valen la pena en la vida usualmente llevan tiempo y mucha dedicación. Los resultados rápidos existen, pero suelen ser de mala calidad. Todos quieren el resultado de ir 2 años al gimnasio y tener el cuerpo definido y sano, pero no muchos quieren tener la rutina de ir todos los días sin falta, incluso en los días en que preferirían quedarse en casa.
Hoy en día, la gran mayoría de las personas quieren ese atajo, ese camino rápido para tratar de evadir la frustración al realizar cualquier actividad. Esto divide a las personas que buscan el camino fácil y a quienes realmente no dejan de luchar por lo que de verdad quieren obtener.
Esto me lleva a pensar en el hecho universal de que, en perspectiva, la vida no es fácil. Hay contratiempos que precisamente le dan sentido a seguir viviendo. No te estoy diciendo que todo tiene que ser difícil para sentir que lo estás haciendo correctamente, pero sí debes tener muy en cuenta que, si comienzas a realizar algo, habrá una curva de dificultad que puede ser muy elevada dependiendo de lo que estés realizando, y precisamente no debes rendirte.
Hoy en día, el nivel de poca exigencia que hay en la sociedad en general crea bajos estándares que se comienzan a ver como “normales”. Las personas no luchan por ser mejores; creen que merecen algo por lo cual no han colocado sus esfuerzos. La meritocracia no es una palabra muy conocida para muchas personas.
Las personas que saben lidiar con la frustración son las personas que no se rinden, que son conscientes de que se requiere un nivel de persistencia en todo lo que se realiza. Hoy en día, muchas cosas se hacen precisamente para que no tengas que esforzarte, porque eso se traduce en que te inclinarás por algo más fácil. No quieren que pienses, no quieren que te esfuerces para nada.
Hace algunos meses, volví a jugar videojuegos después de estar alejado por muchos años, y observando el catálogo de juegos actuales, me hizo pensar en realizar este post. Pude evidenciar que la era actual está precisamente enfocada (claramente hay excepciones) en la facilidad de las cosas. No quieren que los gamers tengan que lidiar con la frustración de tener que pasar un nivel que requiera exigencia, porque se irán a otro juego que les haga todo más fácil. Todos están en ese nivel intermedio de no hacerlo ni tan fácil ni tan difícil.
Los videojuegos de los años 80 y 90 son famosos por su dificultad, y hay varias razones por las que estos juegos eran más desafiantes en comparación con los juegos modernos. Aquí hay algunas de las razones principales:
Limitaciones Técnicas: Los desarrolladores de videojuegos tenían recursos muy limitados en términos de memoria y capacidad de procesamiento. Esto significaba que no podían incluir largas campañas o muchos niveles, por lo que hacían los juegos difíciles para alargar su duración.
Modelos de Negocio: Muchos juegos de los años 80 y 90 comenzaron en las arcades, donde los juegos estaban diseñados para ser difíciles y consumir monedas. La dificultad era una forma de garantizar que los jugadores gastaran más dinero. Cuando estos juegos se trasladaron a las consolas, la dificultad se mantuvo.
Diseño de Juegos: El diseño de juegos en esos años no estaba tan enfocado en la accesibilidad. Los juegos a menudo requerían que los jugadores memorizaran patrones, tuvieran reacciones rápidas y dedicaran mucho tiempo para perfeccionar sus habilidades.
Expectativas de los Jugadores: La comunidad de jugadores de esa época era más pequeña y, en general, más dedicada. Había una expectativa de que los juegos fueran difíciles y desafiantes.
Menos Asistencia: Hoy en día, los juegos ofrecen tutoriales extensivos, pistas y niveles de dificultad ajustables. Los juegos antiguos a menudo dejaban a los jugadores para descubrir cómo jugar por sí mismos, lo que aumentaba la dificultad.
Como bien sabrás, colocar a la era actual a jugar los juegos de los 80 sería un desastre total, porque las personas actualmente no saben lidiar con el nivel de exigencia que se requiere; la frustración sería muy grande, algo que no se sabe manejar actualmente.
Todas las cosas que hagamos requieren un nivel de exigencia y está bien que sea así. Debemos tener tolerancia a la frustración y saber manejarla, pero sin que nos detenga en eso que queremos lograr. No vayas con la mentalidad del camino fácil en la vida, ya que esto no nos fortalece y nos afecta en muchos sentidos en todo lo que hagamos.
Sé fuerte y no te rindas.
Espero todas mis palabras te puedan ser de ayuda y ejemplo en tu vida.
Gracias por leerme.
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